Un paseo por las nubes…

Se me había quedado en el tintero una historia, el título no significa que me crea cariñosito, pero les aseguro que si me pinto un corazón en la guata paso soplado el casting para la película!!!

Esta historia fue para el 1 de agosto, cuando vino Pamela, Fernanda y Jean-Jean.

Entre todos nuestros paseos, programamos uno para una montaña con teleférico cerca de Basel. El lugar específico era Wasserfallen (cascada en Deutsch), que de cascada no tenía absolutamente nada, ni una gota de agua caía por ningún lado, supongo que en algún momento habría algo cayendo.

 

 

 

 

 

 

Todo el camino fue muy bonito, lugares típicos de postales, grandes explanadas de pasto rodeado de montañas y casas de tejado rústico, todo eso adornado con el mas que típico trencito Suizo.

 

 

 

No nos perdimos, todo estaba bien señalado, pasamos por un pueblito de una sola calle, un arroyo pequeño y casas de 3 pisos, todo muy parecido al camino entre Puerto Varas y Ensenada. Había una iglesia, un restaurante, el correo, una pequeña plaza con la pileta de agua que hay por todas partes, que a propósito, esa agua aquí siempre corre y es potable. Al final de la calle, estaba el comienzo del teleférico, pero decidimos subir en auto hasta la cima de la montaña.

 

 

 

 

A medida que íbamos subiendo, nos encontrábamos con “ciclistas furiosos” a gran velocidad bajando por la cuesta, no sabíamos si nosotros estábamos mal por donde íbamos, pero en ninguna parte salía que estaba prohibido subir en auto.

Las bicicletas no tenían asiento, todos íban parados, muy buenas, descubrimos que en verano se arrendaban esas bicicletas para bajar y en invierno unos trineos, así que ya saben lo que me espera para esta temporada.

Llegamos arriba, era una cuesta bastante prominente, no mucha altura, pero bien empinada.

Muchos árboles y senderos para caminar, muchos de ellos te llevaban hacia una laguna con vista a los Alpes.

Nos dirigimos hacia el teleférico, nuestro destino inicial, la idea era bajar y subir para luego tomar el auto y volver a Basel, pero la historia diría otra cosa.

Compramos los tickets y nos embarcamos, muy emocionante, con una vista hermosísima, muchos árboles, prados verdes y animales de corral por todos lados. Al llegar abajo, nos quedamos observando el pueblo, había una antigua rueda de madera para generar electricidad, una calle que conectaba el cerro con el pueblo y un puesto de venta de mermeladas.

 

 

Como ya había contado antes (a propósito de unos huevos de campo en una granja, donde sólo habían unas cámaras de circuito cerrado de TV), el puesto de mermeladas no tenía vendedor ni tampoco cámara, solo una caja para dejar el dinero y llevarse el producto deseado, fabricado por una familia local, y por supuesto todos respetaban los precios señalados.

Eran las 5:35 de la tarde, por lo que decidimos volver a buscar el auto, nos dirigimos al teleférico y aquí comenzó la travesía, ESTABA CERRADO!!!. No nos habíamos fijado que cerraban a las 5:30 y como la puntualidad es algo escencial en este país, no había ninguna chance de convencer para que nos dejaran subir, a pesar que la Ara intentó apelar al hecho que estábamos con niños y que sólo eran 5 MINUTOS!!!. Bueno si hubiese estado la Costy, se las hubiese ingeniado para “engrupírselos”, como en el colegio, no sé como se las arreglaba para que siempre le pusieran puros 7 y sin hacer ningún trabajo, ese era su talento, como el de Carlos era dibujar y “Marceliar”, el de Nancho agarrar cualquier cosa redonda y jugar fútbol, el de Danilo dormir y cuando despertaba polemizaba con cualquiera y de cualquier tema y Juanito desarmaba todo lo que encontraba en su camino, además de ser como Bruce Willis en “Unbreakeble”, NUNCA SE ENFERMABA. De hecho, recibió un reconocimiento por no haber faltado nunca al Liceo, 4 años sin faltar, me suena a pacto con el diablo… Bueno estos personajes son historia para una enciclopedia.

 

Continúo… La cara de cada uno se las explico, el único que lo estaba pasando chancho era el Simón, que tomó la cámara de fotos y empezó a apretar el botón como loco, al más puro estilo Jordi Castel. En todo caso sacó unas fotos re-buenas.

 

 

 

 

Sin pensarlo, le dije a Jean que subiéramos a pie, no nos quedaba otra, la Ara, decía que esperáramos a alguien que subiera en auto. Después dijo que subiéramos todos y otras ideas ridículas que se le ocurren cuando está desesperada. Sin pensar, y llevando solo el agua que nos quedaba, empezamos a subir.

El camino era vehicular, tipo subida al cerro Ñielol. Todo iba bien hasta que nos encontramos con un cartelito simpático, el cual nos indicaba cuanto te demorarías caminando a los distintos lugares turísticos, uno de ellos, a donde nos dirigíamos. El tiempo más corto era 1 hora 30 minutos, al lado un dibujo de una persona caminando con bastón, tipo trekking, ese lugar es donde nos dirigíamos. Por supuesto lo que menos haríamos era trekking…

Empecé a sentir angustia, angustia del cansancio que sufriría, pero ya estaba allí.

Llegamos a la segunda curva y nos encontramos con otro “cartelito”, según yo habíamos avanzado unos 20 minutos, pero NO, solo eran 5. El cartel nos indicaba dos caminos, uno por el camino vehicular y el otro por senderos del cerro. Este último era más corto pero más empinado y como estábamos apurados nos adentramos en el bosque. Por lo menos podría ver gnomos, hadas, duendes y elfos por allí, quizás hasta encontraría a Gollum.

A medida que íbamos caminando ( más bien, yo trataba de seguir el ritmo de Jean), se iba poniendo más empinada la ruta elegida. El camino era de tierra, lo que lo hacía complicado y pesado.

Subimos un poco más y nos encontramos con el camino vehicular y un nuevo letrero, solo faltaban 50 minutos, UF!

Seguimos el sendero y empezaron a aparecer escalones, osea, eso indicaba que estábamos empezando a escalar y así era, lo bueno es que el paisaje se ponía cada vez mas bonito.

 

 

 

 

 

 

 

 

Todo muy lindo, el sendero que seguíamos era por donde bajaba el agua, supuestamente de la cascada que había, que nunca hubo eso si.

Cada vez se ponía más y más empinado. ¡Cómo les explico mi cansancio! Sudaba más que pie de trabajador de la construcción en verano de Santiago, Además, mi corazón latía a una velocidad inimaginable, casi como para transformarse en Hulk. Lo peor era que los escalones se ponían más grandes cada vez. Para Jean no era problema, su altura le permitía ir de prisa, pero para un chileno común y corriente, de altura promedio o más bien baja, se necesitaba una cuerda y estacas para escalar.

En esos instantes se me pasó la vida por delante, sólo cuando no estaba preocupado de respirar eso si y parar cada 2 minutos a descansar.

Y seguíamos y seguíamos, hasta que llegamos a la peor parte, una pared de roca, la cual debíamos rodear para llegar a nuestro destino. FUE TERRIBLE VER ESO. 20 minutos más de caminata y listo, pero los peores 20 minutos de mi vida. Bueno, he tenido otros 20 minutos peores, pero es para exagerar un poco!!!

 

Entre sendero y sendero, a veces veíamos los cables y postes del teleférico, lo cual nos indicaba que íbamos por buen camino, ya que a veces el bosque era tan frondoso que no sabíamos para donde seguir.

Al rodear la pared de roca, divisamos a 3 turistas y un poco mas allá nuestro destino final, ¡QUE VISTA MÁS HERMOSA!

 

El camino se volvía plano y ya todo era paz y calma. Mi cuerpo había perdido 50 litros y 20 kilos, mis pulmones estaban más secos que una pasa, mi corazón no existía, mis piernas no las sentía y mis pies cargaban con toda el sudor que bajaba hacía ellos. Por supuesto no quise ni sacarme las zapatillas: CONSIDERACIÓN CON EL MEDIO AMBIENTE.

En eso miré a Jean y estaba como lechuga. Es más, sacó un cigarro… VALOR!!! Me sentí miserablemente amateur y viejo.

Llegamos al auto, nos subimos y fuimos a buscar a nuestras mujeres que nos esperaban como si hubiéramos ido a la guerra, bueno eso es lo que pensaba yo, pero no era así, se fueron a un Restaurant a gozarrrrr (o llevar a los niños a hacer pipí, quizás)

 

De alguna u otra manera fue una experiencia inolvidable, eso si que tengo algunas recomendaciones:

 

  1. Nunca ir contra la corriente y si ves a todo el mundo que deja los autos abajo, sube en teleférico y baja caminando, HAZ LO MISMO, es lo más sensato.
  2. Nunca seguir en excursión a nadie que sea mas atlético que tú, bueno en mi caso “A NADIE QUE NO SEA LA ARA O EL SIMÓN”.
  3. Dejar de fumar, no comer grasas, no tomar, hacer ejercicio, tomarte tus remedios para la presión, no comer asados con amigotes, no comer chocolate, queso, hamburguesas, coca-cola, roncola, tratar de caminar y no usar tanto el auto, no bailar apretado, escuchar más rock y no tanto Gangam Style, no ver películas mamonas, etc. Por suerte ahora estoy haciendo casi todo porque no tengo amigotes aquí todavía, la carne es re-cara y el ron ni se vé (los chocolates y el cigarro tienen para rato, eso sí).
  4. BUENO, PUEDES HACER TODO LO ANTERIOR Y PASARLO BIEN, PERO NO TE VAYAS CAMINANDO “A LA PUNTA DEL CERRO”.

Categorías: Blogs Interesantes | Deja un comentario

Navegador de artículos

Deja un comentario

Blog de WordPress.com.