Archivo mensual: May 2012

Trámites y paseos – 1º Parte

Hemos tratado de hacer parecer que los trámites son un paseo para el Simón, claro que para nadie lo son, pero entre reuniones, entrevistas, esperas, levantarse de madrugada, ayunar, etc., la primera semana de trámites se ha convertido en la más pesada de todos los tiempos. Gracias a eso es que todo ha salido muy bien y hemos logrado, en tiempo record, la ayuda que necesitamos para poder insertarnos en esta ciudad, país y sistema, el cual nos agrada.

No hemos podido dormir bien, ni siquiera el Kind: ansiedad, cansancio, desgaste. En todo caso vale la pena, es solo una semana.

Estamos seguros que todo lo realizado ha valido la pena, falta mucho por hacer, mas entrevistas, pero lo prioritario esta resuelto, vivir.

El lunes 23 de abril partimos a la Sozialhilfe en busca de nuestro destino, más o menos a las 11:00 de la mañana. Sin saber, atienden de 8:00 a 12:45 y de 14:00 a 17:00, horario bastante cómodo. Nos atendió un caballero de inglés entendible, comento esto porque hay personas que hablan un idioma parecido al inglés, mas champurreado que el mío!!!, Nos logramos entender, hasta que apareció nuestra salvación, Barbara quien nos empezó a hablar en español, perfecto español aprendido de su pareja quien es peruano, por lo que era imposible que pronunciara mal.

Nos llevó a una oficina, nos explicó absolutamente todo, estuvimos casi 2 horas con ella, osea, un servidor social de calidad.

Nos entregó un listado de papeles que debíamos traer el miércoles, entre ellos, trámites que debíamos hacer en Basel y otros pedirlos en Santiago, nunca nos imaginamos que sería así. Logramos conseguir la mayor cantidad, pero igual nos faltaron.

Logramos llenar los documentos, gracias a la ayuda de unos amigos que hicimos, un Español, un Suizo y un Alemán, ya hablaré de ellos. Juntamos los documentos y estábamos casi listos para el miércoles.

El martes, fuimos a inscribirnos en la ciudad, algo así como Oficina de Enrolamiento, iba todo bien, sin mayor espera, atención personalizada y entregando todo su profesionalismo a esta noble causa “Kantonal”, pero había un “pero”, nuestros papeles de familia no estaban en Basel, cosa que nos sorprendió, ya que en la Embajada de Chile nos aseguraron que estarían acá… Por suerte, nuestro amable empleado público, que a propósito hablaba español también, eso si que se notaba que había aprendido acá en un curso de idiomas sin mayor práctica con nativos, tomó el teléfono y llamó a Fischental, lugar donde está nuestra inscripción, comenzó a hablar en Suizo, no entendimos ni un carajo, se reía y movía la cabeza en desaprobación y después se reía nuevamente, no logramos desifrar la conversación hasta que colgó y nos dijo que todo estaba OK, solo que debíamos volver el Viernes porque enviarían los documentos desde allá y que llegarían el jueves. La gota gorda que iba bajando por mi espalda desapareció!!!!!

 

Por lo general, los trámites los realizabamos temprano en la mañana y después nos íbamos a un parque o a caminar por la costanera del río, con muchas aves disfrutando de él. Las únicas aves que me molestan un poco son los cuervos, MUCHOS CUERVOS, además son gritones, dan un poco de miedo, me acuerdo de dos películas, por supuesto “El Cuervo” y “Nightmare before Christmas”.

 

 

 

 

 

 

 

 

Para realizar todo tipo de trámites teníamos que tener una dirección física de Basel, para ello tuvimos que ir a una organización que funciona como albergue para gente sin casa y que además da este servicio de prestar su dirección postal. Su nombre  es “Schawarze Peter”, osea, Pedro Negro. Recibe a personas que viven en la calle (muy pocas), personas alcoholicas, drogadictas, golpeadas, etc. Al entrar sentimos una energía un tanto oscura, éramos un bicho raro ahí, pero necesitábamos la dirección. Nos trataron muy bien, nos hicieron firmar unos documentos comprometiéndonos a ir una vez por semana para buscar nuestra correspondencia.

Este día caminamos bastante, no encontramos un tranvía que nos llevara para allá, en realidad no encontramos el paradero, pero fue entretenido ya que había un parque, como en todas partes de la ciudad, donde el Simón pudo jugar un rato.

Los pies estaban algo inchados, así que volvimos al hostal y dormimos, el miércoles teníamos que levantarnos muy temprano.

Miércoles 25 de abril, 6:00 am, LEVANTARSE.

Salimos a la hora, llegamos temprano al Sozialhilfe, nos dijeron que teníamos que llegar temprano para tomar número y esperar nuestro turno, además nos dijeron que habían muchas personas que iban temprano. Nuestra experiencia decía que habría una cola extensa, tendríamos que esperar 2 horas por lo menos, lo bueno es que llevábamos entretención y comida para el Simón.

8:15 e íbamos atrasados, sacamos número a las 8:30, 92, habían varias personas sentadas en sillones pero ninguna fila, Vimos la pantalla de los número anunciados, 90… no entendíamos nada, habían dos personas antes de nosotros o teníamos que esperar a que diera la vuelta completa, osea, esperar 102 números? Al parecer esa es la cantidad de personas que esperan!

Pasaron 10 minutos y nos llamaron, entramos a los módulos de atención, dentro habían cerca de 10 personas atendiendo, 8 desocupadas, o haciendo algo en el computador, creo que no tenían mucho trabajo ese día. Nos sentamos y empezamos a pasar los papeles a la persona mas fome que he conocido. No hacía ningún tipo de gesto, cara de póker, no tanto como el Polizei de Alemania, pero parecida. La única suiza con aspecto depresivo que hemos visto. Nos faltaban papeles, algunos eran casi imposible de conseguir, como las líquidaciones y contrato de la Ara, otros mas fáciles, como las cartolas de los respectivos Bancos, la idea era que vieran que no teníamos plata, lo cual a esa altura no estábamos tan lejos de la realidad.

La mujer se molestó un poco, pero nos dijo que mañana le trajeramos el resto de las cosas o si no, no podían hacer mucho, NECESITAMOS VER PAPELES repetía, en ese minuto, hasta se me ocurrió traerle un condorito… el papel del baño no era buena idea.

Nos fuimos algo angustiados, pensando en como conseguir las cosas, pero había que hacerlo de alguna manera.

Entre todas las cosas que nos pidieron era abrir una cuenta bancaria, esto para que nos depositarán los MORLACOS, nos dijeron que hasta en el correo podíamos hacerlo, pero en la esquina de la seguridad social había un UBS, así que pasamos. Nos recibió una mujer muy amable, le explicamos y nos llevó a una oficina, luego vendrá una persona a atenderlos, todo en inglés, a pesar de habernos dicho que habla solo un poquito. A los 3 minutos entro Julia, ejecutiva del banco, hablando un perfecto inglés británico, nos preguntó si queríamos tomar algo, a esas alturas, solo agua. Luego nos explicó el tipo de cuentas que tenían a disposición, la mas barata, la mas simple, etc. pasaron 5 minutos y ya teníamos firmado los papeles y abierta la cuenta, en 5 días llegaría por correo las tarjetas y el Pinpass para internet, muy fácil y sin preguntar nada, un trámite sencillo para subir el ánimo.

Llegamos al Hostal y empezamos a enviar correos para conseguir los papeles de la Ara, ojalá alguien quiera ayudar, tenía que ser rápido para ir a imprimir. Por suerte en la ex pega de la Ara todavía le quedaban un par de contactos buena onda.

Creo que eran las 5 de la tarde y había un mail con todo lo requerido, SE PALETEARON, partí a imprimir, pero ya estaba cerrado, así que tendría que ser tempranito.

Jueves en la mañana salí a imprimir, mientras la Ara y el Simón terminaban de arreglarse. Llegamos a entregar los PAPELES, un lote bien grande de cosas, PAPELES QUERÍA, PAPELES TENÍA, no entendía mucho, todo estaba en español, pero ese no era nuestro problema, al final recibió todo y nos dio entrevista con Georg Weisser, Trabajador Social, nuestro Coach!

Entre todas las cosas que nos pidieron teníamos que conseguir un traductor, cosa imposible de hacer, así que ellos se encargaron del tema, todos teníamos que estar el Viernes a las 8 de la mañana. Ya llevábamos 3 días levantándonos temprano, pero como dicen, EL QUE QUIERE CELESTE…

 

Continuará…

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La idea: antes de partir de Chile

Escrito por: Araceli Espinoza

 

La iniciativa de Martin de crear este blog, ha sacado algunos recuerdos de mi caótica mente por estos días. Ahora que tenemos un tiempo de quietud después de bastantes años de robarle horas al día, aflora la prosa como medio de recapitular lo vivido.

En nueve años juntos hemos emprendido mil y un proyectos. A veces siento que siempre estamos planendo algo. Creo que lo que nos ha mantenido juntos, a pesar de todo, es que nos potenciamos para crear y juntos hacemos la vida del otro más intensa.

La última locura que se nos ocurrió fue entrenar el desapego y deshacernos de todos los bienes acumulados en casi una década de matrimonio y vida juntos.

Un día reflexionamos acerca de las prioridades y nos dimos cuenta que ibamos en una carrera loca por conseguir una “posición social” que no nos hacía felices. Entre más “éxitos” conseguíamos, menos tiempo y calidad de vida teníamos. Que lejos habían quedado los días en que nos bastaba un departamento enano y una buena película en el cine para estar dichosos.

En lo personal, siento que había estado inhalando sin parar y todavía no podía botar tranquila el aire. Primero el título de abogado, después una pega estable en servicio público, luego comprar una auto y por supuesto, meterse en un crédito hipotecario para comprar un departamento. Lo que todo profesional (sobre todo el santiaguino) aspira, o no?

Pero llegó Simón a cambiarlo todo. A remover los cimientos y a cuestionar toda esta voragine de consumo. Cargar esa vida en el vientre, pasar las mejores horas convirtiéndolo en un bebé sano y fuerte para luego separarse abrutamente y volver a la “realidad laboral de profesional exitosa” me destrozó el alma. Y para reconstruirme comencé a buscar alternativas “creativas”.

Casi dos años y medio buscando un trabajo de medio tiempo que dejara el dinero suficiente para aportar con mi parte del “costo de vida familiar”, me convencieron que Santiago no era el lugar para lograrlo. Y todo coincidía con el cambio laboral de Martin, que buscaba tener más tiempo para la familia, pero se estaba convirtiendo en la “desaparición de Martin”, absorvido por los negocios y los problemas económicos, que nos agotaban y amenazaban con desmoronar la torre que teníamos armada. Casi se cae y si no se vino abajo fue por el tesón de Martin, que no dejó de sostenerla cuando yo ya me había caído exhausta al lado del camino.

Probamos reducir gastos y nos deshicimos de lo superfluo, como cambiarnos a un lugar más pequeño. Estuvimos más tranquilos por un tiempo pero algo faltaba. Estabamos agotados ejerciendo una “paternidad activa y compartida”, sin ayuda de redes familiares ni empleadas. Sólo la sala cuna, que nos costaba cada vez más pagar. El crio estaba radiante, pero los padres eran un estropajo.

Así que en uno de esos minutos de inspiración divina, de mágica lucidez o lo que sea, se empezó a gestar la huida de Chile. Porqué no emigrar si el marido y el hijo tenían pasaporte suizo y derechos de ciudadanos del primer mundo. Como excusa ya le había echado el ojo a un magister en Basilea.

Una visita a la Embajada Suiza en Santiago arrojó una larga lista de pros, que era bastante tentadora. Educación de calidad y gratuita para Simón, posibilidades de compatibilizar trabajo y maternidad para mí, desarrollo y valoración profesional para Martin.

El problema era el cómo. Trazamos un plan de un año donde iríamos vendiendo uno a uno los bienes, comenzando por el departamento, hasta terminar en la compra de pasajes y reserva de hotel para llegar. Mi plan inicial era conseguir una beca para extranjeros y estudiar para conseguir financiamiento. Nunca imaginé que estaría incluída en la “Ayuda social suiza”, pero el matrimonio con un ciudadano me daba el derecho.

Más dificil que deshacerse de lo material era dejar a un lado los intangibles, como el “estatus” conseguido. Dejar de tener trabajo profesional estable, cierta comodidad que daba el sueldo, etc.

Pero ganó la promesa del “futuro mejor”, que a tantos antes que nosotros (incluídos varios ancestros) les hizo cruzar mares y aventurarse en lo incierto de la inmigración.

No nos equivocamos. No sé si fue la fé que le pusimos, la unión que recuperamos, o el destino; pero siento hoy que fue la decisión correcta.

No nos han faltado obstáculos aquí, pero el porvenir se ve auspicioso. Se extraña a los seres queridos, pero no se siente la desesperación de no podérselas con toda la presión, que me embargaba el último tiempo en Chile.

A  pesar de haber venido al otro lado del mundo, me siento menos aisalda, con tiempo para hablar con gente que tenía olvidada por falta de espacios para mi vida personal. He tenido tiempos con los dos hombres de mi vida, que serán imborrables e impagables. Los recuerdos de estos meses pasándolo increíble con sus dos papás se marcarán para siempre en la vida de Simón.

Es la segunda vez en mi vida que logro soltar mis múltiples y permanentes miedos y mi manía por la “seguridad”, para dejarme guiar por la intuición profunda y ancestral, que me grita, desde el fondo del útero y de los tiempos, que me lance al mar y me deje llevar. La primera fue cuando me uní a este fiel compañero, casi sin conocerlo, pero sabiendo que sólo volvía a encontrarlo.

Y aunque las cosas no resulten de acuerdo al plan, la experiencia vale todos los riesgos. Si algo aprendí con esto es que no hay definitivos, que no existen fronteras que no se corran y que el amor es el mejor combustible para cualquier viaje.

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Fauna Basiliense – Parte I

Fauna Basiliense de Hotel, y otros…

 

Entre todas las cosas nuevas que hemos visto, una de las mas varias son los personajes con los que nos hemos encontrado, a continuación uno de ellos:

 

Ucraniano adicto a Youtube:

Después de haber dormido la primera noche en el hostal Basel Back Pack, nos levantamos y salimos a conocer, primero el lugar donde estábamos alojando, ya que habíamos llegado de noche y no habíamos visto nada. A la salida de la habitación, justo en una esquina, había un computador con acceso a internet, el único que no tenías que pagar, por lo que pasaba siempre ocupado, al lado una planta que Simón botó al cuarto día y rompió el macetero, Valor!, y un estante con libros y revistas, siguiendo por el pasillo donde están los baños compartidos pero individuales, con duchas.

 

 

 

 

 

 

 

 

Luego de haber recorrido unos parques cercanos al hotel, fuimos a cocinar a la cocina común, todos lo hacían, pero ese día no había nadie o quizás fuimos muy temprano. Cuando volvíamos, abrimos la puerta hacia el pasillo, el cual conecta con la habitación, pero justo da al computador, osea, solo se ve la espalda de la persona sentada en el computador, y ahí estaba: el Ucraniano, según nosotros era Ucraniano, la verdad es que nunca supimos de donde era, nunca nos habló, no emitía sonido alguno, solo nos miraba y hacía un gesto de saludo, nosotros imaginamos que era de alguna parte de Europa oriental, principalmente por sus rasgos, pero era solo especulación. Después lo oímos hablar en alemán con otra gente. No hablaba inglés, eso sí.

Esa noche estábamos algo cansados, nos acostamos, las camas eran buenas, no hacía frío, había calefacción en todo el lugar, pero empezamos a escuchar las películas de Youtube que veía nuestro “amigo”. Duró media hora el tema, pero ya estábamos algo tostados.

Cada día pasaba lo mismo, pero cada vez se ponía más fricki la cosa, lo primero es que veía peliculas antiguas, cada vez mas antiguas, en algún idioma extraño, eran películas al mas estilo TROLOLO, (si no lo han visto sigan el link http://www.youtube.com/watch?v=1orMXD_Ijbs). Pero el otro tema es que cada vez se demoraba más con su entretención y tenía que echarse sobre la mesita con silla alta donde estaba el computador, por lo que sus pantalones comenzaban a bajar, osea, se le veía la raya de poto!!!! Algo que no queríamos ver. Además, después de haber trabajado 8 años en contrucción, era una de las cosas que me alegraba de no volver a ver nunca más.

Un día nos invitaron a comer unos amigos que fuimos haciendo a lo largo de nuestra estadía. En la cocina, que quedaba al final de un largo pasillo, en el lado opuesto a donde estaba nuestra habitación, había un comedor para 15 personas por lo menos, eso si que éramos menos.

Dejamos al Simón durmiendo y partimos, nos turnaríamos para ir a verlo, por si se despertaba. Cada 15 minutos íbamos, como vimos que ya no pasaba nada, nos relajamos. Eran como las 12 y apareció el Ucraniano amigo, emitió un sonido y un gesto: “SON” y el dedo apuntando hacia la habitación, por lo que dedujimos que el Simón se había despertado y estaba afuera de la habitación. Fuimos corriendo y estaba llorando, con dos personas a su alrededor tratando de calmarlo, pero era imposible. La Ara nunca más volvió a participar de las cenas si yo no estaba en la habitación y hasta ahora se siente culpable, pero en fin. Ya había pasado todo y nos alegramos mucho que existió el Ucraniano adicto a Youtube, sin él el Simón todavía estaría llorando, VIVA UCRANIA!!!

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Basel… 1º fin de semana

BASEL…

Primer día en Basel, despúes de haber dormido bastante bien y descansar del extenso viaje, bajamos a tomar desayuno, el cual no está incluído en la habitación, pero lo pagamos con gusto. Fue un desayuno a la Suiza (Die Schweiz Frühstück Style, a estas alturas estamos hablando y mezclando lo poco que sabemos de los idiomas, algo así como chileno-alemanoide-espanglish-italien y señas, que es algo mas que efectivo, sin dejar de lado las “wueas” que pensamos!!!!). Müsli “Cornflakes” muy ricos, leche, té, pan, mermeladas, café recién hecho, frutas y con repetición, hasta el Simón comió.

Salimos a caminar, con la intensión de ir al Zoo, como premio al espectacular comportamiento del Kinder en el viaje, bien merecido, no tanto nosotros, ya que no nos portamos tannnnn bien, pero nos logramos soportar, jeje, lo que no molestó el Simón lo hicimos nosotros.

Todo lindo, hasta que vi un paradero del TRANSBASEL donde decía cuanto se demoraría el siguiente bus o tranvía, mi curiosidad fue mas fuerte así que espere si era cierto. 3 min. en el letrero, 2 min en el letrero y no veía nada, estaba sacando mi cámara para registrar el error Suizo, 1 min en el letrero, nada aún, luego salío un bus en el lugar de los minutos, indicando que el bus ya estaría ahí. No se de donde salió el bus, pero estaba ahí, dío la vuelta en la esquina y apareció, IMPRESIONANTE, un relojito, apagué la cámara y me fuí con el rabo entre las piernas, casi me pongo a llorar, ES POSIBLE, SI HERMANOS, ES POSIBLE!!!!!

Caminamos, maravillados con el paisaje de la ciudad, apareció una plaza con juegos de madera y una máquina tipo excavadora rodeada de arena para que los niños jueguen a hacer hoyos, jugué mas yo que el Simón, muy entretenida, casi me la llevo al Hostal (me nació el chilenismo), seguimos y a la vuelta de la esquina un Ferrari y de fondo un parque verde con una iglesia maravillosa y el tranvía haciendo su putual recorrido.

No logramos llegar al Zoo, pero si a otro parque gigantesco con juegos más grandes, todos diseñados para los niños escalen, alguna obsesión? Los estarán preparando para cuando el mundo se acabe y tengan que subir a las montañas? O para que vayan a buscar las cuevas donde guardan el dinero? Quien sabe, pero los locos escalan. Es como el chiste del Coco Legrand, el Gueón Fuma, acá los gueones escalan… En todo caso muy divertido, si no es porque habían otros padres por ahí yo me subo. Lo mejor que el piso era de corcho, blandito, blandito, me dieron ganas de llevármelo para el hostal, bueno,

parece que voy a tener que olvidar ciertas costumbres, ya me están mirando medio feo.

El clima es bien raro, un poco como Chiloé, llueve, sale el sol, viento, frío, sale el sol y los buses van a la hora, NO HAY QUIEN LO ENTIENDA.

Al día siguiente salimos en busca del Zoo, eso si que ahora nos habíamos asegurado donde quedaba y como llegar y así fue, llegamos.

El zoológico es maravilloso, muy bien cuidado, los animales son iguales a los reales! Hasta yo parecía bien cuidado. El recorrido está tan bien diseñado que por donde pasas están los animales despiertos, incluso algunos hablan, eso si que no entendimos nada puesto que estaba en alemán. Entramos y la primera impresión fue ver a los leopardos 5 ó 6, comiendo, les colgaron una vaca o algo así (debe haber sido una vaca chilena, como en Jurassic Park) se la hicieron rechupete, luego los “sisorontes”, en lenguaje simomiano: Rinocerontes, alemán:  Das Nashorn, palabra lógicamente compuesta de Nase, nariz y Horn, cuerno, fácil, en español rinoceronte, rino me suena a rinitis, pero “ceronte” a nada, o será mi incultura que no me deja ver mas allá?

Por el lado que pasábamos iban apareciendo seres vivos haciendo su gracia, incluído los saltamontes, cocodrilos, leones, chivos, caballos de mar y nosotros.

Al final del recorrido un show de focas, que mas se puede pedir?

Creo que estuvimos cerca de 6 horas ahí, no sentimos el cansancio, pero si que lo estabámos, teníamos que recuperar fuerzas para partir el lunes haciendo trámites en el seguro social, Sozialhilfe, espero que salga todo bien.

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De Santiago a Basel… La travesía

Después de haber estado el último día en Ñuñoa, partimos el miércoles 18 de abril de 2012, a las 19:10 hrs. desde Santiago.

Salimos a las 15:00 horas desde la casa de los abuelos Diener, en un transfer medio trucho!!! además de patudo, manejaba bastante mal, pero lo peor es que iba escribiendo y hablando por celular por la carretera, por supuesto a exceso de velocidad, pero llegamos sanos al aeropuerto.

Nos fueron a dejar mis abuelos, el tío Sergito y mi Mamá (Mirthis), fue todo rápido y sin problemas. Entramos a Policía Internacional a las 17:00 hrs.

Fue una despedida extraña, estuve pensando que eran vacaciones para no agustiarme demasiado, pero todo decantó al llegar a Basel Back Pack a las 11:30 hrs.

El avión partió con 1 hora de retraso, la explicación fue que hubo un golpe de estado en Guinea, por lo que se debió cambiar la ruta de vuelo para no pasar sobre cielo del sector, no entiendo como pueden seguir pasando estas cosas.

En general el viaje a Franckfurt fue mas tranquilo de lo que pensaba; sólo hubo turbulencia al pasar por el Chaco (Argentina), lugar donde nació la mamá de la Ara, habrá sido alguna señal?, después pasamos sobre el amazonas para salir al Atlantico por Salvador de Bahía.

Vimos películas principalmente, lo mejor es que el Simón se portó expectacular, durmío mucho y cuando se despertó jugó con sus animales tranquilito, él iba feliz.

Todo iba bien encaminado hasta que supimos que haríamos una escala en Madrid, aeropuerto de Barajas. No teníamos la menor idea de esto, lo complicado fue que tuvimos que bajarnos y pasar por migración, todo en 1 hora, tiempo suficiente, pero con un niño de 3 años se hace mas difícil, puesto que hay que darle comida y hay que preocuparse de que vaya al baño, ect. ect. ect.

En Madrid, la Ara con el Simón fueron al baño, se demoraron bastante, me empecé a urgir un poco, el aeropuerto era grande y no sabía muy bien por donde ir. Pasamos por policía, eran muy pesados, me hicieron sacar el computador de la funda, cual era el fin? Nadie lo sabrá, etapa superada eso si! Tuvimos que volver al avión de Lan, pero con otra tripulación, lo mejor de todo es que tanto en Santiago como en Madrid al vernos con un niño menor de edad nos hicieron pasar primero y ni siquiero nos pesaron ni cuestionaron la cantidad de bolsos, bolsitos y bolsas que llevábamos.

Al llegar a Frankfurt, tuvimos que sacar los pasportes, primera y última vez. Había una cola bien larga, por lo que me quedé atrás con los “bolsitos” mientras la Ara con el Simón averiguaban como hacer los trámites y por donde, pero como buenos Chilenos y con la ayuda de una amiga chilena y viajada q hicimos en el avion, nos “calamos”…en la fila de la Comunidad Europea, por supuesto.

Nos miraron un poco feo, pero al vernos con un “Kinder” entendieron la situación, la Ara avanzó con su pasaporte Chileno y los nuestros Suizos, pasó el de ella al Polizei con cara de póker, pero realmente cara de póker, sin mover ni un músculo ni pestañar, era un ropero de 5 cuerpos o quizás no era tanto pero estaba vestido con una caparazon tipo tortuga ninja. Miró el pasaporte de la Ara y no entendía porqué tenía en sus manos una libretita extraña de color azul oscuro. Será de Medio Oriente? Timbuctú? O un maldito sudaca? Que habrá pensado la estatua humana? Mas bien parecía entre KGB y guardía de campo de concentración. Empezó a cambiar su cara de custionamiento al ver los pasaportes Suizos, pero aún no entendía lo del otro pasaporte. Debo acotar que son sentimientos que percibí, ya que EL GUEÓN NO MOVÍA NI UN MUSCULO!!!. En eso la Ara se tupió entera con el inglés, yo creo que fue por lo intimidante del personaje, y empezó a decirle que era madre del Kinder! No estaba ayudando mucho. Todo eso pasó en 2 segundos, al ver esta escena desde 1 metro de distancia, le dije que mirara al medio del pasaporte Chileno, lugar donde los suizos habían puesto la Visa de residencia definitiva para la Ara. La vió y le cambió la cara, hasta, y lean bien, le sonrió al Simón, pero una sonrisa un poco forzada, pero la intención es lo que vale, o no?

Luego de este episodio, fuimos a buscar las maletas, 3 maletas de 24 kilos cada una, mas 4 bolsos, 2 de 12 kilos y 2 de mano (menos de 3 kilos), comprenderán que no fue muy fácil, mas con un niño que veía pasar las maletas por la huincha transportadora y quería atraparlas y jugar, muy divertido, pero después de 14 horas de vuelo, sin dormir mucho, con asientos que no se reclinaban y con la ropa pegada, no era la entretención que andaba buscando, pero había que buscarle el lado positivo: SI EL POLIZEI FUE CAPAZ DE SONREIR, ES UNA BUENA SEÑAL.

El aeropuerto de Frankfurt es gigante, pero como dicen preguntando se llega a Roma y a esas alturas ya me acordaba de todo el inglés aprendido en mi infancia, el cual estaba oculto en lo mas profundo del cerebro (supongo que ahí), además la Ara no encontró a nadie mas atemorizante, por lo que soltó la lengua. Preguntamos como llegar al hotel donde nos quedaríamos esa noche y un caballero de informaciones gentil, pero con un inglés medio “alemanado” nos dijo que salieramos y buscaramos el paradero del bus que nos llevaría, no entendimos mucho, pero al salir vimos que habían paraderos con el nombre de cada hotel asociado al aeropuerto, dentro de ellos el que nos ibamos a quedar, prendí un cigarro y llegó el bus, “duró menos que un candi”, subimos con el chofer las maletas y partimos al hotel, dimos vueltas raras, entre treboles de autopistas, salidas, sedas el paso, pares, y una autopistas de 5 carriles, donde iban camiones, buses y autos a mas de 150 kilometros por hora, nos demoramos 10 minutos, si es que, pero llegamos bien.

Hicimos el Chek-In nos entregaron las tarjetas de la habitación y fuimos rápidamente al baño y por una ducha, bien necesaria a esas alturas. Al pollín le pareció genial la ducha con puerta de vidrio, dijo que era muy  “teteniro”, después vió monitos en deuch, por el cable; lo que mas le gustó fue “die oknonauten” (los octonautas!!!! jejeje).

Estabamos listos y limpiecistos, era hora de comer, así que bajamos al restaurante para averiguar cuanto nos saldría la comida o mas bien si nos quedaríamos con un ojo y con el otro colgando o no. El precio fue menos traumático de lo esperado y valió 110% la pena, ya que era comida buffet: quesos, jamón serrano, jamones comunes y corrientes, embutidos en general “wurst”, ensaladas, un tipo de cebiche, muchas verduras, pescado, cerdo, pollo, carne, salsas de varios tipos para las carnes, arroz, fideos, papas salteadas y MUCHOS POSTRES RICOS, entre ellos sandías, una de las mejores que he comido, lo bueno es que el “kinder” no pagó, luego nos fuimos a dormir, bañaditos y comiditos, ahora podemos decir que “Lo comido y bailado en Frankfurt…”

Al día siguiente partimos nuestro viaje a Hamburgo y luego a Basilea.

Volvimos al areopuerto de Frankfurt, enorme!, llegamos 4 horas antes, pensando que nos íbamos a demorar mas de la cuenta, pero no fue así, fue rápido, fácil, lo mejor es que sacamos los tickets hasta Basel y sin tener que bajar y subir maletas en Hamburgo, lo cual fue un alivio gigantesco.

Nos hicieron pasar por migración, eso si que por el lado preferencial, todo por ir con el KINDER, rapidamente por el detector de metales, yo sin problema, pero la Ara sonó hasta por los codos, la toquetearon por todos lados y le hicieron sacarse los zapatos, primera y última revisión que nos hicieron.

Mientras esperábamos, el Simón se hizo el lindo con una niña 3 años mayor, Francesa, le llevaba dulces el perla, no entendía nada de lo que le decía, pero a quien le importa. Lo malo es que se puso a llorar cuando nos tuvimos que ir, bueno nadie ha dicho que el amor es fácil. Nos hicieron pasar primeros al avión, gracias al KINDER, era el único del avión.

Llegamos a Hamburgo luego de un aterrizaje “german style”, tipo la película de monitos Madagascar (vean la 2 y entenderán), parecía que iba manejando Eliseo Salazar y el chino Rios curado; que dejó con cara de sorpresa hasta los ejecutivos viajero-frecuentes y que nos dio ataque de risa. Ahí tuvimos que esperar 4 horas mas…

Nos entretuvimos vitrineando, comiendo y comprando algunos libros (algún día entenderemos lo que dicen).

Por fin tomaríamos el vuelo a Suiza, en Swiss International, mas Kinders, una mujer embarazada, viejos, osea, gente mas normal que en los otros vuelos, pero era todo mas al lote, A LA QUE TE CRIASTE NO MAS, EL QUE AGARRA AGARRA, pero al KINDER le regalaron unos lápices de colores, un peluche de avión y por supuesto, muchos chocolates, todo esto me recordó el viaje en Swiss Air a Londres cuando era chico.

Al llegar a Basel, bajamos las maletas, bolsos, bolsitos y bolsas, eran pasadas las 11:00, por lo que estábamos un poco agustiados si es que encontraríamos un taxi o transfer, pero fue rápido, eso si que con un Turco que nos ASALTÓ, no nos quedaba otra, el Simón venía dormido, así que a pagar no mas.

Llegamos al Hostal, nos habían dejado las llaves y las instrucciones de la habitación, pero no sabíamos como subir las maletas y al KINDER dormido, pero siempre existen almas caritativas. Una pareja gringa nos ayudó a subir las maletas por las escaleras, porque no cachamos como usar el asensor (lo descubrimos al día siguiente, tenía un código!!!)

Después de haber viajado 56 horas, desde que tomamos el transfer trucho en Santiago hasta llegar en un tranfer trucho en Basel, tengo tres pensamientos:

  1. Siempre hay que viajar con un KINDER. Por alguna razón, nos quedamos con la sensasión de que solo les interesa el KINDER, por lo que instauramos la frase: “ENTREGUEN AL KINDER”;
  2. Siempre se puede salvar con el “english”, aunque esté medio oxidado;
  3. Me voy a poner con una empresa de Transfer, total en cualquier parte del mundo son TRUCHOS…y caros!!!

 

Espero que el resumen de la travesía les guste, después vendrá el resumen de “los primeros días, cachando Basel…” Avisen si les interesa la parte dos.

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